

¡Nadie quiere sentir besos fingidos de un amor olvidado!
La vida afectiva y de relación tiene un papel preponderante desde que nacemos; puede impulsar el desarrollo, frenarlo o retrasarlo.
No existe una teoría única odominante desde la cual abordar la afectividad. Al tratar de estudiarla nos encontramos con conductas muy variadas, como son las de dependencia, hostilidad, miedo, agresión, identificación, etc., que están motivadas por sentimientos y emociones; así podemos definir la afectividad como: los estados que nos afectan agradable o desagradablemente.
Los estados afectivos los podemos dividir en:
- Emociones: son estados afectivos intensos, por ejemplo el miedo como respuesta a un ataque corporal.
- Sentimientos: son estados afectivos moderados, por ejemplo los recuerdos de un ataque corporal carecen de la intensidad del primer momento.
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